
Sí sí la primavera me afectó y demasiado y me dio la reverenda gana de escribir un sábado por la noche en pijama y sin bañarme, mientras esperaba a mis amigos llegar para una noche tranquila :) Francamente no me importa si se burlan, tienen derecho a quejarse por mi torpe prosa versaica, o prosaico verso? :S [explicaciones omitidas]
En la banca yo te ví, yo sentada por ahí, con un temblor en una mano y cafeína en el otro, hablabamos de todo y de nada, cuando de repente todo se puso celeste, y es que no importa que sean las 6 de la tarde y el sol se vaya, si pintas la luz con tu mirada. Las tardes en el verde pasto ya no son las mismas, porque mi respiración se alimenta con las expectativas de verte, con tu andar distraído, caminando por ahí. Me miras de reojo y mi pasto se vuelve tornasolado, las voces sin sentido de mis compañeros de camino simplemente se desvanecen como el humo que asciende y todo el mundo se sitúa en tu honesta sonrisa que quiebra mi entendimiento y me insufla con ganas de hacerte feliz, con mi afán egoísta de solo verte sonreír, el viento me susurra tu presencia, y tu perfume está grabado en mis sentidos y en mi mente, como un molesto y recurrente tatuaje que se fija en mí cada vez más. Cuando te hablo la verdad no comprendo cómo no tartamudeo ante tu simple honesta y fresca presencia, que deja que los vientos acomoden tus cabellos haciendo que te amoldes al compás de la brisa, que va por donde quiere sin sentir ni presión ni límite, yo solo ansío encajar un poco en ese compás haciéndome bailar al ritmo de la pasión apacible de tus labios, y percibir el aroma de la arena celeste que se confunde con el mar de tu mirada y el barco torpe en el que me torno ante el fragor de tu oleaje.
[gracias por el coraje que necesitaba, gusanito rodríguez]
En la banca yo te ví, yo sentada por ahí, con un temblor en una mano y cafeína en el otro, hablabamos de todo y de nada, cuando de repente todo se puso celeste, y es que no importa que sean las 6 de la tarde y el sol se vaya, si pintas la luz con tu mirada. Las tardes en el verde pasto ya no son las mismas, porque mi respiración se alimenta con las expectativas de verte, con tu andar distraído, caminando por ahí. Me miras de reojo y mi pasto se vuelve tornasolado, las voces sin sentido de mis compañeros de camino simplemente se desvanecen como el humo que asciende y todo el mundo se sitúa en tu honesta sonrisa que quiebra mi entendimiento y me insufla con ganas de hacerte feliz, con mi afán egoísta de solo verte sonreír, el viento me susurra tu presencia, y tu perfume está grabado en mis sentidos y en mi mente, como un molesto y recurrente tatuaje que se fija en mí cada vez más. Cuando te hablo la verdad no comprendo cómo no tartamudeo ante tu simple honesta y fresca presencia, que deja que los vientos acomoden tus cabellos haciendo que te amoldes al compás de la brisa, que va por donde quiere sin sentir ni presión ni límite, yo solo ansío encajar un poco en ese compás haciéndome bailar al ritmo de la pasión apacible de tus labios, y percibir el aroma de la arena celeste que se confunde con el mar de tu mirada y el barco torpe en el que me torno ante el fragor de tu oleaje.
[gracias por el coraje que necesitaba, gusanito rodríguez]